Es una cosmovisión, una filosofía de vida para el desarrollo sano, orgánico y natural de un Pueblo. Por consiguiente es un concepto que se opone abiertamente al actual Sistema plutocrático-capitalista y a través de cinco ideas-fuerzas:
1° El establecimiento de los principios de Soberanía Política e
Independencia Económica frente a toda forma de dominación extranjera.
2° La
puesta en marcha de una economía capital-socialista en reemplazo de la actual
economía plutocrática-capitalista.
3° La
consolidación del Bien Común Social del Pueblo Trabajador (Socialismo).
4° La
defensa de la Tradición y de los Valores Nacionales.
5° El
trabajo mancomunado de todo un Pueblo para lograr la grandeza del país a nivel
trascendental.
De lo anterior se desprende que el Nacionalismo no se reconoce en ninguna de las categorizaciones o etiquetas del actual Sistema. Es decir, no está ni a la derecha, ni a la izquierda ni al centro del actual Sistema o Régimen de Dominación Mundial. Tampoco es “oligárquico”, “capitalista” (como burda y falsamente lo plantea el marxismo) o “populista”, sino que se posiciona en la vereda de enfrente. Por consiguiente no es una simple “ideología” o “fenómeno político”.
De lo anterior se desprende que el Nacionalismo no se reconoce en ninguna de las categorizaciones o etiquetas del actual Sistema. Es decir, no está ni a la derecha, ni a la izquierda ni al centro del actual Sistema o Régimen de Dominación Mundial. Tampoco es “oligárquico”, “capitalista” (como burda y falsamente lo plantea el marxismo) o “populista”, sino que se posiciona en la vereda de enfrente. Por consiguiente no es una simple “ideología” o “fenómeno político”.
El Nacionalismo (al ser cosmovisional) se halla en la
esencia misma de un Pueblo con arraigo a una Tradición y a un Suelo, a una
Comunidad Nacional con valores propios. Pero la concepción cosmovisional del
Nacionalismo por más que se defina como la más justa y noble nunca tendrá
sentido si sus principios doctrinarios no se acoplan a un Movimiento de total
acción y de resuelto Espíritu de Lucha.
O dicho de otra manera, abandonar la lucha
por el Pueblo (en una suerte de mentalidad derrotista) para reducirse al
individualismo, a la mera formación intelectual, al elitismo -inclusive
manteniendo el mejor estilo- es un acto de traición al Nacionalismo. La única
manera de amar a la Patria consiste en sacrificarse por ella. Y para emprender
este noble y heroico sacrificio primero debemos tener un sincero y auténtico
cambio interno.
Estar plenamente identificados y esclarecidos por la Causa a
defender, construyendo una personalidad noble y virtuosa en Hombres y Mujeres, una
voluntad firme que nos haga trascender como verdaderos patriotas siempre fieles
a los principios rectores o ideas-fuerzas del Nacionalismo.
Darío Coria, Secretario de Educación y Cultura del Partido Bandera Vecinal. Conductor del programa radial partidario "Estirpe Nacional".
07-01-2018
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